Historia de un espejo

El largo camino transitado para el tallado del espejo de Bosque Alegre

S. Paolantonio

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La Estación Astrofísica de Bosque Alegre, inaugurada en 1942, tuvo su origen en 1909, año en que asumió la gestión del Observatorio Nacional Argentino el astrónomo norteamericano Charles Dillon Perrine. Al hacerse cargo, el nuevo director propuso al Gobierno Nacional la instalación en las sierras cordobesas de un telescopio reflector igual al más grande existente en aquel momento. La iniciativa ubicaría a la Argentina a la vanguardia de la investigación astronómica, una notable apuesta al desarrollo de la “gran ciencia” en el país.

Los acontecimientos que se sucedieron hasta la concreción de este monumental proyecto, fueron expuestos en el libro Córdoba Estelar y en varias entradas de Historia de la Astronomía. En esta oportunidad, a partir de un registro fotográfico, se brinda la singular historia del principal componente del gran reflector, su espejo primario. Con un diámetro de 1,5 metros, para su finalización se debieron superar numerosas dificultades. Iniciado su tallado en Argentina por un estadounidense, tres décadas más tarde fue terminado por un argentino en EE.UU..

 

1909. El Dr. Charles Dillón Perrine asume la dirección del Observatorio Nacional Argentino el 16 de junio de 1909. Inmediatamente propone al Ministro de Instrucción Pública, Rómulo S. Naón (derecha) – presidencia de Figueroa Alcorta –, del cual dependía la institución, dotar al observatorio de nuevas instalaciones e instrumental. Su plan más ambicioso contemplaba la adquisición de dos reflectores, uno igual al más grande existente en ese entonces, y un refractor (Caras y Caretas – Library of Congress http://www.loc.gov/pictures/item/ hec2009003618/).

1909. Contando con el acuerdo del Ministro Naón para comprar nuevo instrumental, el Dr. Perrine comienza a consultar precios de telescopios, monturas y cúpulas. A fines de 1909 solicita al reconocido óptico George Willis Ritchey, la cotización por el tallado de espejos parabólicos de 90 y 150 cm de diámetro. Los presupuestos recibidos el 31 de enero fueron de 3.825 dólares oro para el espejo menor y 13.250 dólares oro para el mayor. Fotografía de G. W. Ritchey (Ritchey American Museum of Natural History, Clyde Fisher, 1931).

1910. Izquierda, carta de la casa Alvan Clark & Sons fechada el 17 de febrero, en la que se indican los precios de objetivos para refractores de 24” (61 cm) y de 36” (91 cm), 11.000 y 40.000 dólares oro respectivamente. Derecha, otra carta de la misma empresa del 25/8/1911 con la cotización de 3.500 dólares para un espejo de 76 cm de diámetro y 230 cm de distancia focal, con un secundario hiperbólico para un sistema Cassegrain. Ambas misivas están firmadas por Carl A. R. Lundin (detalle), quien a fines del siglo XIX había terminado exitosamente el objetivo de 1 metro del refractor de Monte Yerkes (Museo Astronómico OAC, identificación y digitalización S. Paolantonio).

El espejo de 1,5 m resultaba mucho más barato que el objetivo refractor de 91 cm. Por otro lado, la mayor distancia focal necesaria en los refractores exigía cúpulas más grandes, lo que elevaba el costo del conjunto. En el informe al Ministro de julio de 1909, se prevé un presupuesto igual para un reflector de 1,5m y un refractor de 91 cm (con montura y cúpula) de $ m/n 500.000 (Libro copiador E, p. 82, Museo Astronómico OAC).

1912. En marzo se aprobó la partida para la compra de un telescopio reflector de 1,5 metros y la construcción de su albergue. Era Ministro Juan M. Garro y Presidente Roque Sáenz Peña. El hecho tuvo repercusión a nivel nacional e internacional. A la izquierda, Los Principios de Córdoba, 13/6/1912, arriba a la derecha “Le Cosmo” de París, 29/7/1912 y “The Observatory” de octubre de 1913 (Vol. 36, Nº 466).

1912. Votada la partida, el director del Observatorio gestiona las compras de la montura del telescopio y la cupula. A fines de marzo se comunica con el óptico Ritchey para encargar el tallado del gran espejo. En mayo recibe la contestación y se encuentra con la sorpresa que el costo del trabajo había cambiado. La partida autorizada para este ítem de $m/n 33.400, no alcanzaba. A fines de 1911, el director ya estaba al tanto que el óptico tenía algunos problemas, en una carta dirigida a Walter Adams del Mount Wilson Solar Observatory, le comentaba que sentía el haberse enterado en Londres (estaba de viaje para el al Congreso de la Carte du Ciel) que Ritchey no se encontraba bien, dado que pretendía encargarle prontamente el “espejo de 5 pies” (Perrine a Adams, 21/12/1911, MOA). De acuerdo a lo indicado por E. Gaviola, el óptico había tenido un colapso nervioso debido a la marcha poco satisfactoria del tallado del espejo de 100 pulgadas para el observatorio de Monte Wilson (Gaviola, 1942; 223). Ante este percance Perrine reacciona de una forma sorprendente, decide configurar el espejo en Córdoba, para lo que obtiene la autorización correspondiente del Ministerio. El encargado de la tarea sería James Mulvey (foto) guiado por el director (Legajo Mulvey, Museo Astronómico OAC, dig. S. Paolantonio).

 

El Director había tomado una decisión temeraria, muy pocas personas eran capaces de semejante empresa. W. W. Campbell, director del Lick Observatory y ex jefe de Perrine, al enterarse de la decisión le advierte sobre que la obtención de un tallado suficientemente preciso en espejos de ese tamaño era difícil de conseguir: “…excepto por una pocas personas” (Campbell a Perrine, 13/3/1914, MOA).

 

1912-1913.  A fines de 1912 se encargan los discos de vidrio crown necesarios para los espejos a la empresa francesa Saint Gobain, por entonces el más importante fundidor de piezas de grandes dimensiones, con un costo total de 10.000 pesos. Se adquieren un bloc macizo de 61 pulgadas de diámetro (1,55 m), con un espesor de 25 centímetros y un peso de 1.050 kg. Fue embarcado el 26 de diciembre y llega a Córdoba a principios de 1913, previa inspección del mismo realizada en Buenos Aires por Perrine. En la fotografía se identifica también un disco para un espejo plano de 90 cm, necesario para controlar el tallado del espejo mayor. Los bloc más pequeños eran los destinados a los espejos secundario y terciarios. El diseño del telescopio contemplaba diveras configuraciones: newtoniana, directa, Coudé y Coudé corta – ver gráficos al final de la entrada “El telescopio de Bosque Alegre en fábrica” – (Archivo OAC, identificación y dig. S. Paolantonio).

1913. James Mulvey, encargado del tallado del espejo de 1,5 m, junto al blog ubicado aún en la caja en el que fue enviado desde Francia (Archivo OAC, identificación y dig. S. Paolantonio).

1913. También se encargó un disco de 76 cm para elaborar un espejo esférico necesario para tallar el plano de 90cm – el que a su vez se utilizaría para controlar el de 1,5 m –. Luego que se ocupara para ese fin, Perrine preveía parabolizarlo para utilizarlo como objetivo de un telescopio que complementaria al gran reflector, con una configuración óptica Cassegrain, por lo que se solicitó con un orificio en su centro (Archivo OAC, identificación y dig. S. Paolantonio).

1913. En el segundo semestre se inicia la construcción del “Laboratorio de óptica”, donde se realizarán las tareas de tallado del gran espejo y de los espejos complementarios. Fotografía tomada el 15 de octubre, en la que se ve el edificio en construcción (Archivo OAC, identificación y digitalización S. Paolantonio).

1913. Planta y corte del taller de óptica con sus dimensiones principales (S. Paolantonio, Base Plano MOP, Dir. Gral. de Arquitectura, Rosario, 8/1919 – Parcial –).

1913. El Laboratorio de Óptica se ubicó a metros de la fachada sur del edificio principal, en la imagen se señala el túnel óptico destinado a las pruebas del espejo, fotografía de 1929 (Archivo OAC, identif. y dig. S. Paolantonio).

1913. Interior del túnel óptico en el que se realizarían las prueba del espejo de 1,5 m (Archivo OAC, identif. y dig. S. Paolantonio).

1913. Vistas en dirección  sureste (izquierda) y  noreste (derecha) del taller de Óptica. El edificio estaba dividido en dos espacios, uno destinado a los trabajos ópticos y el otro a depósito (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1913. También se construyeron las máquinas con las que se realizaría el desbastado y pulido, tres en total, una para cada espejo, de manera que se pudiera trabajar en forma simultánea con todos[1]. Fotografía del interior del laboratorio en la que se ven los bancos ópticos con los bloc montados. El edificio resultaba estrecho para el trabajo que debía realizarse.

1913. Máquina de tallado para el espejo de 1,5 m (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1913. Las máquinas de desbastado y pulido se construyeron en los talleres del Observatorio Nacional, del cual James Mulvey era el jefe. Vista del taller mecánico con sus máquinas herramientas, las cuales aún hoy se encuentran en uso (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio y Caras y Carteas 30/11/1912).

1913Primero se figuró el espejo esférico de 76 cm, fotografía realizada en octubre. Luego de terminado el plano, este espejo, ya sin utilidad, se parabolizó para convertirlo en el objetivo del primer gran telescopio reflector construido en argentina. En la década de 1940 se lo transformó al sistema Cassegrain como estaba originalmente previsto (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1913. El espejo plano montado en el banco de desbastado y pulido, fotografía tomada en octubre. En la década de 1940 la superficie del espejo se pasó a esférica para destinarlo a una cámara Schmidt. Referencias: 1. espejo, 2. herramienta, 3. brazo oscilante del soporte de la herramienta y 4. motor y mecanismo de reducción de r.p.m. y de transmisión del movimiento (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1913. El espejo de 1,5 m montado en su máquina. Referencias: 1. espejo, 2. herramienta, 3. brazo oscilante del soporte de la herramienta y 4. motor y mecanismo de reducción de r.p.m. y de transmisión del movimiento (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1913. Para el figurado de los espejos se utilizaron herramientas de diferentes diámetros. Consistían en discos de hierro que fueron maquinados en los talleres del Observatorio. Se muestra dos herramientas para el desbastado del espejo de 1,5 m, junto a la fresadora de la institución (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1913Varias de las herramientas todavía se ubican en el observatorio, la mayor (1,47 m) obra de mesa en el actual taller mecánico (arriba). Abajo, estructura inferior de madera de las máquinas ópticas, con el mecanismo que reducía las 1800 revoluciones del motor a 25 y 27 rpm ( S. Paolantonio).

1914. James Mulvey junto a la máquina con el espejo de 1,5 m, en marzo. Inició el figurado de los espejos de 76 y 90 cm, y en 1914 comenzó la preparación del de 1,5 m (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1914. Para el control de los espejos se requería un aparato de Foucault, el cual fue diseñado y construido en el Observatorio (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1914. Mulvey (1) acompañó a Perrine (2) a Feodosia, Crimea, para observar el eclipse total de Sol que ocurrió el 21 de agosto de 1914. Al retornar de la expedición sufrió un “ataque de gastritis”, aparentemente producto de una intoxicación, que lo obligó a permanecer internado durante dos meses. A pesar que se recupera parcialmente, la dolencia le provoca la muerte el 31 de marzo, a la edad de 47 años (Archivo OAC, int. y dig. S. Paolantonio).

1914. Luego del asesinato del heredero al trono imperial austro-húngaro Francisco Fernando, los acontecimientos se sucedieron hasta derivar en la «Gran Guerra». Ocurrió en momentos en que la expedición argentina se encontraba en Feodosia (http://www.abc.es/archivo/20140728/abci-intrigas-politicas-primera-guerra-201407281332.html).

1914. Luego del fallecimiento de Mulvey, el Dr. Perrine decide capacitar para la tarea de figurado del gran espejo al mecánico Thomson Fisher, empleado de la empresa Warner and Swasey que tenía a cargo la construcción de la cúpula y montura del telescopio, y que había sido enviado a Córdoba para ayudar con los detalles de técnicos. Perrine señala en el informe al Ministro de 1916, que el mecánico no tenía experiencia alguna en pulir un gran espejo, pero que estaba dispuesto a hacerlo, en pocas palabras, la responsabilidad del trabajo recaía totalmente en el director. Plantea que contratar un óptico especializado sería muy costoso e implicaría grandes atrasos, especialmente a causa de la guerra. En julio Fisher comenzó con los trabajos. Recibo firmado por Fisher por los trabajos realizados (Museo Astronómico OAC, dig. S. Paolantonio).

1921. A pesar de los informes de Perrine que indicaban que los trabajos avanzaban, el figurado del espejo principal estaba lejos de terminarse. Sí se logró finalizar el telescopio de 76 cm y habilitarlo en 1918. Sin poder lograr adelantos en el espejo de 1,5 m, Fischer renuncia a la tarea y regresa a su puesto de trabajo en la empresa Warner and Swasey (la montura del telescopio estaba fabricándose y se terminaría completamente en 1922). El reflector de 76 cm – hoy denominado «Perrine» – el 3/3/1918 (Archivo OAC, identif. y dig. S. Paolantonio).

1922. A principios de la década de 1920, aparece en el mercado un vidrio de muy bajo coeficiente de dilatación con la marca Pirex®, ideal para espejos astronómicos. Perrine, en su viaje a EE.UU. realizado en 1922, se entera de este nuevo material por intermedio de la casa Alvan Clarck & Sons. A su regreso, el Director señala en el informe al Ministro de ese año, la conveniencia “enorme” de cambiar el disco comprado por otro fabricado con el nuevo vidrio. El pedido nunca fue aceptado (Museo Astronómico OAC, dig. S. Paolantonio).

1931. El trabajo con el gran reflector permanece sin avanzar por varios años. Entre 1927 y 1930 se demuele el edificio de la primera sede del Observatorio Nacional y es levantado el nuevo (actual) con grandes demoras. En este período la gestión del Dr. Perrine es fuertemente cuestionada, en gran medida por no poner en funcionamiento el telescopio en Bosque Alegre. Además, la Universidad Nacional de Córdoba intenta (sin lograrlo) anexar la institución. En octubre de 1930 ingresa a la institución el Teniente de Fragata (R) Carlos D. Ponce Laforgue, el que es designado jefe de instrumental y encargado del armado de la montura del telescopio. Se contrata también al mecánico Ángel Gómara. A partir de 1931, Perrine, secundado por Laforgue y ayudado por Gómara reinicia el tallado del gran espejo. En la imagen, Ponce Laforgue junto al espejo de 1,5 m (Los Principios, 1/11/1931).

1931. Empleados del Observatorio, se identifican a Ponce Laforgue (izquierda) y Gómara (derecha), el Dr. Perrine se encuentra sentado tercero desde la derecha, fotografías tomadas en octubre (Los Principios, 1/11/1931).

1931. Placa con el registro de una de las pruebas realizadas al espejo de 1,5 m, obtenida el 21 de julio (Archivo OAC, identif. y dig. S. Paolantonio).

1934-1935. La situación se tornó difícil de sostener, el espejo continuaba sin ser terminado. El 12 de diciembre de 1934, el Ministro de Justicia e Instrucción Pública solicita información de la fecha en que se finalizaría el espejo y las causas del atraso, Perrine había prometido concluir a principios de ese año (izquierda, MOA dig. S. Paolantonio). El 19 de diciembre responde a la requisitoria indicando que era difícil prever el tiempo de terminación, planteó la necesidad de que el personal adquiriera experiencia, las dificultades para conseguir en el comercio algunos elementos destinados a las pruebas ópticas y la necesidad de reparaciones en el taller de óptica y de la maquinaria de pulir que había quedado en desuso mucho tiempo, finalmente promete dar fin a las tareas en 6 meses… “3 meses con suerte”. Al año siguiente, en septiembre, el diputado por Córdoba Juan F. Cafferata presentó un pedido de informe a la Cámara de Diputado sobre las causas que retardaban el funcionamiento del Observatorio de Bosque Alegre (centro, Los Principios  12/9/1935). En consecuencia, el Ministerio solicitó el informe correspondiente con fecha 19 del mismo mes (derecha, MOA dig. S. Paolantonio).

1936. Un año más tarde de los pedidos de información del Ministerio, el 31 de octubre, se jubila el Dr. C. D. Perrine (izquierda). En su lugar asume en forma interina el director del Observatorio Astronómico de La Plata, Ing. Félix Aguilar (derecha). El espejo no había podido ser terminado (Archivo OAC, dig. S. Paolantonio).

1936. El Ing. Aguilar, encarga en forma inmediata al Dr. Enrique Gaviola, Jefe de Departamento del observatorio platense, verificar las condiciones en que se encontraba el espejo de 1,5 metros. El resultado del trabajo es presentado en un informe fechado el 18 de noviembre, en el que se concluía que el espejo distaba mucho de estar terminado. Recomendaba volver a la forma esférica para retomar el trabajo de parabolizado. Destacaba que finalizar el espejo en Córdoba requeriría la construcción de un nuevo banco óptico y un nuevo taller debido a que el existente era muy reducido para las tareas que debían realizarse, así como la contratación de un óptico capacitado. Afirma que, en este caso, demandaría varios años para su finalización. Arriba, se muestran tres de las seis páginas del informe, que incluía gráficos y cuatro fotografías (detalle) de las imágenes obtenidas con el aparato de Foucault (Museo Astronómico OAC, dig. S. Paolantonio).

1937. Luego de remitir el informe del estado del espejo, el 9 de enero Aguilar (izquierda) solicita al Ministro una partida de $45.000 para enviarlo a una fábrica especializada del extranjero para su terminación. El 15 de junio, pasa la dirección a Juan José Nissen (centro), que se desempeñaba como astrónomo del Observatorio Astronómico de La Plata, el primer argentino en ocupar este cargo en forma titular. En la misma resolución se nombra al Dr. Enrique Gaviola (derecha) como astrofísico de la institución. Nissen realizó las gestiones para el envío del espejo al extranjero. El 14 de mayo la propuesta obtiene el acuerdo de los Ministros (Archivo OAC, dig. S. Paolantonio).

1937. Se diseña un nuevo aparato de Foucault. En agosto el jefe de mecánica del Observatorio Ángel Gómara, realiza los planos e inicia la construcción bajo las directivas del Dr. Gaviola. Izquierda, el instrumento recién terminado, con detalle de la “cuchilla” (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio). Prontamente se reemplaza la base, empleándose parte de lo que se estima perteneció al Astrográfico, en la imagen de la derecha puede apreciarse como se encuentra actualmente (Museo Astronómico OAC, S. Paolantonio 2015).

1937. El 13 de septiembre, Nissen remite al Ministro Jorge de la Torre, los presupuestos enviados por las empresas consultadas para la terminación del espejo. «J. W. Fecker» de Pittsburgh, EE.UU., cotiza 12.000 dólares ($m/n 38.600) y «Sir Howard Grubb, Persons & Co.» de Londres, 1.900 libras ($ m/n 30.400). Ambos ópticos indican que el trabajo les demandaría 6 a 12 meses. Nissen señala que a pesar que Grubb ofrece un valor menor, recién comenzaría el pulido en julio del año siguiente, debido a que estaba trabajando sobre un espejo para el Observatorio Redcliffe de Pretoria, Sudáfrica. Como Grubb también garantizaba una menor precisión de la superficie, recomienda contratar a Fecker. Adjunto a la nota (izquierda) incluye una propuesta de contrato. El 18 de noviembre insiste con la recomendación (derecha), destacando que Crubb había avisado que recién podría iniciar las tareas a fines de 1938. El 17 de diciembre se otorga el trabajo a «J. W. Fecker» en acuerdo de Ministros (Museo Astronómico OAC, S. Paolantonio 2015).

1938. El 9 de febrero se suscribe el contrato entre el óptico J. W. Fecker y J. J. Nissen. En 12 puntos se establecen los parámetros y la precisión con que debía terminarse el espejo, un plazo de 10 meses y se conviene el envío de un técnico del Observatorio para verificar lo realizado antes de su regreso a la Argentina, todo por un monto de 12.000 dólares. En el detalle la firma de Fecker. El 23 de agosto se le gira al óptico un adelanto de 6.000 dólares (Museo Astronómico OAC, ident. y digitalización S. Paolantonio).

1938. En agosto se remite el espejo a EE.UU.,  se contrata a la empresa Express Villalonga para transportarlo al puerto de Buenos Aires. El espejo es embalado en una caja doble, rellenadas con algodón y paja para amortiguar los golpes. En las imágenes se puede apreciar la carga de la caja en el camión, en el predio del observatorio (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1939. Pasado el tiempo estipulado, Fecker señala que las tareas estaban próximas a ser concluidas. Se avisa al óptico que el responsable de recibir el espejo sería el Dr. Gaviola (3/7/1939), el que partiría para EE.UU. el 7 del mismo mes, en el vapor Argentina de la Moore-McCormack Lines, Inc. El 15 de mayo, por decreto Nº 30866, se había autorizado el viaje de Gaviola, luego que el Director del observatorio le encargara el trabajo (10/6/1939). La imagen muestra el vapor Argentina y el puerto de Nueva York en la época (http://www.moore-mccormack.com/).

1939. El taller del óptico J. W. Fecker se ubicaba en la ciudad de Pittsburgh, Pennsylvania, EE.UU.. En este edificio se concluyó el tallado del espejo de 1,5 m de Bosque Alegre (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1939. Arriba, el espejo de 1,5 m (1) montado en la máquina de pulir (3, 4) en los talleres de F. W. Fecker, durante el trabajo con una herramienta de tamaño completo (2). Abajo, las dos caras de la herramienta de pulido (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1939. A pesar que el tiempo indicado en el contrato se había cumplido, el espejo no estaba listo, Fecker insistía que pronto quedaría terminado. Gaviola, se limitaba a realizar los cálculos correspondientes para determinar la curva de la superficie, y aprovechaba el tiempo estudiando las técnicas del reconocido óptico. En este período finaliza el artículo con los resultados de la investigación, que junto a otro empleado del Observatorio, Ricardo Platzeck, realizó sobre el método de control de superficies ópticas, ideando la técnica “de la cáustica”. Este trabajo, que haría a sus autores famosos, fue publicado en noviembre en el Journal of the Optical Society of America (izquierda, Platzeck y Gaviola, 1939; 484) y tuvo una repercusión favorable de forma inmediata. Gaviola viaja a California invitado para exponer sobre el nuevo método. John Anderson, encargado de la construcción del telescopio de 5 m que se instalaría en Monte Palomar – que sería el mayor del mundo por largo tiempo –, aseguró que el método de la cáustica se emplearía en el control de su espejo. Este acontecimiento fue noticia en la prensa argentina (derecha, Los Principios 23/11/1939).

1939. A pesar de los esfuerzos de Fecker, la superficie no llegaba a la forma correcta. El 15 de septiembre era la fecha límite para reexportar el espejo sin necesidad de pagar los derechos de aduana. Ante la seguridad que se superaría esa fecha y “… A ruegos del señor Fecker y teniendo en cuenta que era evidente que él había puesto su ciencia y buena voluntad para terminar el espejo cuanto antes…” (Gaviola, 1940; 143), a principios de septiembre Gaviola viaja a Washington y realiza trámites con ayuda de la Embajada Argentina para que se conceda una prórroga. La gestión dio sus frutos gracias al Embajador F. A. Espil y el Consejero R. Bunge, evitándose al óptico el pago de una considerable suma. Fotografías, Embajada Argentina en Washington hoy y Embajador Felipe A. Espil (Google Map, Street View – www.cari.org.ar/pdf/diplomaticos01.pdf).

1939. Mientras sucedían los acontecimientos narrados, da inicio la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia por parte de Alemania.

1939. A fines de octubre nuevamente comienza a deteriorarse la superficie del espejo. Gaviola señala que era evidente que el método de trabajo empleado por Fecker, esencialmente el mismo que empleara Ritchey a principios de siglo, tenía una falla. El óptico realizaba una interpretación intuitiva de las medidas, las cuales numerosas veces lo conducían a errores. Gaviola descubrió la fuente de los errores. Luego de insistir en reiteradas oportunidades para cambiar el método, finalmente el óptico accede a hacerlo. “Era necesario, pues, que no me limitase a controlar las medidas de las aberraciones y a integrar la curva, sino que debía indicar la herramienta, carrera y desplazamiento que correspondía usar. Tenía que dirigir yo todo el trabajo. No fue fácil conseguir que el señor Fecker aceptara esto. Lo cual es comprensible. Hay que ponerse en su situación. Que a un óptico con 30 años de experiencia, formado bajo la dirección de Brashear, Mc Dosel y Lundin – artistas en óptica de los mejores de su época – viniera un astronomito de “South America” a decirle cómo debía trabajar, era un poco fuerte. Sin embargo, aceptó, si no en forma oficial, tácitamente.” (Gaviola, 1940).

1939. A partir del momento en que Gaviola se hace cargo del trabajo, si bien debieron superar otros inconvenientes relacionados con la falta de constancia de la temperatura del taller,  los avances fueron sostenidos. El 22 de diciembre el espejo de 1,5 m finalmente fue terminado. Luego de realizar varias mediciones, Gaviola pudo verificar que la superficie seguía la curva parabólica prevista dentro de un décimo de longitud de onda. La distancia focal resultante fue de 748 cm. Todo se ajustaba a lo pedido. La tarea demandó 15 meses, en lugar de los 10 estipulados en el contrato. Arriba, Fecker (derecha) y su ayudante; abajo, el Dr. Enrique Gaviola frente al espejo terminado. Debieron pasar 26 años para concretarse el sueño, el trabajo que no pudo concretarse en Argentina, tuvo que finalmente ser terminado en EE.UU. bajo la dirección de un argentino (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1939. A pesar de las intensas nevadas que se sucedieron en la región, el 29 de diciembre el espejo se cargó en el vapor “Uruguay” de la compañía Moore-McCormack Lines, Inc. (izquierda), que se encontraba en el puerto de Nueva York (derecha, 7/3/1940). La operación fue supervisada por un representante del óptico, la compañía aseguradora y el Dr. Gaviola. El espejo se embaló en el mismo doble cajón con que se había remitido a EE.UU., y se protegió la superficie óptica con “dos capas gruesas de algodón, una capa de papel fuerte, una lona arpillera forrada en algodón y asegurada al canto del espejo y varias capas de papel” (Gaviola, 1940). El “Uruguay” partió para Buenos Aires al día siguiente, el 30 de diciembre.

1939-1940. La terminación del espejo tuvo repercusión nacional, aparecen noticias en Los Principios el 29/12/1939 (imagen), La Nación el 7/1/1940 y La Prensa el 17/1/1940.

 

1940. El 16 de enero, el buque toca “Puerto Nuevo” en Buenos Aires. Las fotografías muestran la secuencia de desembarco de la caja con el espejo terminado. Quedó depositado en uno de los galpones hasta ser retirado. El cajón también traía una serie de placas de vidrio “Vite” destinadas a la construcción de una futura cámara Schmidt, obsequiadas por el Observatorio de Monte Wilson (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1940. Recién el 27 de abril pudo retirarse el cajón de la aduana. El Dr. Gaviola – en ese momento Director del Observatorio Nacional Argentino luego de la renuncia de J. J. Nissen –, junto a Ángel Gómara, se encargaron de retirar el espejo. Un camión del ejército, facilitado por el Instituto Geográfico, fue empleado para el transporte. El cajón se sujetó con tirafondos a la plataforma del vehículo, para evitar que se desplazara durante la travesía. El viaje transcurrió sin inconvenientes, alternándose en el manejo. Llegaron a la ciudad de Villa María, provincia de Córdoba, a las 14 horas. Almorzaron en el mejor hotel del lugar y pidieron un excelente vino para brindar por el éxito de la misión, botella que quedó casi llena pues ambos no acostumbraban a tomar alcohol. Arribaron a la ciudad de Córdoba al anochecer (Entrevista del autor a Gómara 2002). Al día siguiente el cajón fue descargado a un lado del túnel óptico del Laboratorio, izquierda: A. Gómara y Alberto Soler, derecha: Soler, Gómara, Gaviola (parado sobre “la chata”) y Francisco Urquiza (Archivo OAC, identificación y digitalización S. Paolantonio).

1940. Cuando se dio la oportunidad el espejo fue desembalado y colocado en el túnel del taller de óptica para verificarlo. Se realizaron numerosas pruebas con el método de la cáustica que confirmaron la calidad de la superficie. También se controlaron los espejos secundarios (Platzeck, 1942; 228). A la izquierda puede apreciarse parte del embalaje y el tamaño del disco en comparación con una silla. A la derecha, momento en que se realizan pruebas por zonas, 2 de diciembre (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1940. El óptico del Observatorio, Ricardo Platzeck en posición para realizar mediciones con el nuevo aparato de Foucault (El País, 17/10/1940). Mientras se llevaban adelante las mediciones, se solicitó el presupuesto necesario para que la Estación de Bosque Alegre pudiera funcionar, no resultó fácil, para favorecer las gestiones se enviaron comunicados a los principales diarios del país, los que se hicieron eco del reclamo, destacando la inversión y los esfuerzos realizados.

 

1941. En noviembre, luego de terminarse todas las cuestiones pendientes en la montura del gran telescopio y conseguidos los recursos para habilitar la estación, el espejo finalmente fue trasladado a Bosque Alegre. Se empleó el mismo camión con el que se lo había traído desde Buenos Aires, nuevamente manejaron Gaviola y Gómara. En la fotografía, los encargados de subirlo al camión, E. Soler (izquierda) y A. Gómara (derecha) (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1941. El 28 de noviembre, Gaviola, Gómara y Ricardo Platzeck realizan el primer plateado del espejo. El lunes 1 de diciembre de 1941 a las 22 horas el espejo recibió su primera luz. Entre nubes, primero Gaviola, seguido por Platzeck y Gómara, observaron la Luna. Posteriormente el cielo permaneció nublado por dos días para finalmente despejarse, oportunidad en que observaron algunos planetas. Fotografía del espejo tomada desde el extremo del tubo, obtenida en la época (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

 

 1942. El 5 de julio se inaugura oficialmente el telescopio, luego de una odisea de 32 años, el instrumento fue puesto en uso. Tal como se esperaba, cumplió un papel de gran importancia en el desarrollo de la astronomía argentina. Los esfuerzo realizados, los desvelos de Charles Dillón Perrine, de Enrique Gaviola y de muchos otros fueron ampliamente recompensados (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

1942. El 17 de julio se realiza la primera fotografía, el objeto elegido fue cúmulo globular Omega Centauro (tiempo de exposición 60 minutos) (Archivo OAC, interpretación y dig. S. Paolantonio).

 

En la edición del 8 de noviembre de 1940 del peroódico «El Hogar», aparece un recuadro en el que, teniendo en cuenta el largo tiempo transcurrido y las peripecias que debieron enfrentarse para terminar el objetivo del telescopio de Bosque Alegre, con ironía propone “¿Por qué no nombra el gobierno una comisión que escriba la historia del espejo parabólico del observatorio de astrofísica de Córdoba, desde que se ordenó su construcción hasta nuestros días?”. Hoy conocemos su singular y épica historia.

 

Agradecimientos

Al personal y becarios de la Biblioteca y al Coordinador del Museo Astronómico del Observatorio Astronómico de Córdoba, por facilitar el acceso a la documentación.

Nota:

[1] El desbastado y pulido de los grandes espejos se realizaba utilizando discos metálicos (denominados “herramienta”) que apoyados sobre la superficie a trabajar, con un abrasivo interpuesto (y agua), se frotaban siguiendo determinados movimientos (“carrera”). Primeramente se efectuaba el “desbastado”, utilizando un abrasivo (carburo de silicio, “carborundum”) de grano grueso, para generar una superficie esférica, para posteriormente repetir el proceso con granos cada vez más pequeños hasta dejar la superficie suficientemente lisa. A continuación se procedía al “pulido” empleando un abrasivo muy fino (óxido de hierro – “rojo o rouge óptico o de pulir” – u óxido de cerio) y recubriendo la herramienta con panes de brea. Para estos trabajos se utilizaban herramientas de distintos diámetros y diversas formar y longitudes de carreras. El procedimiento era primero lograr una superficie esférica para posteriormente proceder al parabolizado. Comentarios sobre el proceso seguido por los ópticos de la época pueden leerse en Gaviola 1940, páginas 148 y 149.

Fuentes documentales

Archivo de placas de la Biblioteca del Observatorio Astronómico de Córdoba.

Archivo Documental del Museo Astronómico del Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC).

Bibliografía

  • Gaviola E. (1940). “La terminación del espejo principal del gran reflector de Bosque Alegre”. Revista Astronómica, XII, III, 141-155.
  • Gaviola E. (1942). “El pequeño congreso de astronomía y física realizado en Córdoba. Exposición E. Gaviola”. Revista Astronómica, XIV, IV, 221-228.
  • Minniti E. R. y Paolantonio S. (2009). Córdoba Estelar, Historia del Observatorio Nacional Argentino. Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba: Editorial de la Universidad. (Capítulo 24)
  • Paolantonio, S. y Minniti, E. R. (2008). Historia del Observatorio Astronómico de Córdoba. En Historia de la Astronomía Argentina. Eds. G. E. Romero, S. A. Cora y S. A. Cellone. Asociación Argentina de Astronomía. Buenos Aires. Disponible en https://historiadelaastronomia.wordpress.com/wp-content/uploads/2008/12/historia-del-ona1.pdf.
  • Paolantonio, S. (2009). Estación Astrofísica de Bosque Alegre, un nuevo aniversario. Disponible en https://historiadelaastronomia.wordpress.com/documentos/estacion-astrofisica-de-bosque-alegre-un-nuevo-aniversario/.
  • Paolantonio, S. (2011). El telescopio de Bosque Alegre en fábrica. Disponible en https://historiadelaastronomia.wordpress.com/documentos/fabricacionba/
  • Perrine, C. D. (1909-1936). Informes al Ministro. Archivo Museo Astronómico OAC, UNC.
  • Platzeck R. (1942). “El pequeño congreso de astronomía y física realizado en Córdoba. La óptica del reflector de la Estación Astrofísica”. Revista Astronómica, XIV, IV, 228.
  • Platzeck R. y Gaviola E. (1939). “On the errors of testing and a new method for surveying optical surfaces and systems”. Journal of the Optical Society of America,29(11), 484-500.
  • Ponce Laforgue, C. D. (1931). El gran reflector de Bosque Alegre del Observatorio Astronómico de Córdoba. Ciclo Conferencias de Carácter General. Publicación Nº1, Asociación Cultural de Conferencias de Rosario. Rosario.

 

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Paolantonio, S. (2017). Historia de un espejo. Un largo camino para el espejo de Bosque Alegre. Disponible en https://historiadelaastronomia.wordpress.com/documentos/historiaespejo/historiaespejo1. Recuperado el … (indicar la fecha).

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