A 130 años del retorno de Benjamin Gould

0S. Paolantonio

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 Benjamin Apthorp Gould (Archivo OAC).

El 6 de febrero de 1885, hace ya 130 años, el director fundador del Observatorio Nacional Argentino, Benjamin A. Gould, firmaba su última nota oficial.

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 Última nota firmada por el Dr. Gould como director del Observatorio Nacional Argentino el 6/2/1885 (Libro copiador C, 174. Biblioteca OAC).

El 10 de enero anterior había presentado su renuncia al Ministro Eduardo Wilde, del cual dependía, poniendo de este modo, fin a una estadía en Córdoba de más de 14 años. En la misiva incluyó una reseña de lo realizado durante su gestión y agradecimientos a sus ayudantes, cerrando la misma con un reconocimiento:

 «… y cualquiera sea el cielo abajo del cual me hallare, siempre será vivo mi amor y gratitud para el pueblo que me ha amenizado la vida y me ha acompañado en mis pesares” (Gould a Wilde, 19/1/1885)

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José Eduardo Wilde (1844-1913), Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública al momento de la renuncia del Dr. Benjamin Gould. Médico, periodista, político, diplomático y escritor, se considera uno de los exponentes de la llamada «Generación del 80». (http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/resenas/Eduardo-Wilde-Maxine-Hanon-cronista-liberal_0_1034896551.html).

Durante su estadía en Argentina, el Dr. Gould logró concretar la mayor parte de sus sueños profesionales que habían motivado su venida a estas tierras, la Uranometría Argentina y los grandes catálogos estelares cambiaron la visión de los cielos australes y le dieron un lugar destacado en la historia de la astronomía.

Pero estos logros tuvieron sus costos, el camino que debió recorrer estuvo plagado de problemas y desgracias.

Aunque contó con el gran apoyo político, en especial durante las presidencias de Sarmiento y Avellaneda, mentores del Observatorio  astro nómico, en  más de una oportunidad debió luchar contra la burocracia e indiferencia del poder central, tal como ocurrió con el secretario del Ministro Pizarro, Dr. Marcos Paz, del cual Gould señala que “no sentía un especial interés por la ciencia”, al que se agregaba el problema que con los «gringos» tenía su subsecretario, Dr. León (Gould a Wilde, 19/1/1885).

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Primera páginas de la renuncia del Dr. Benjamin A. Gould presentada el 10/1/1885 al Ministro E. Wilde y firma del Dr. Gould (Libro copiador C, 166. Biblioteca OAC).

También encontró sinsabores en el mundo científico, una fuerte pelea con el primer fotógrafo de la institución y rivalidades con algunos miembros de la Academia Nacional de Ciencias y con el primer director del Observatorio Astronómico de La Plata (Paolantonio 2013; 11-16, Minniti y Paolantonio 2009)[1].

Algunas de sus ideas, sus celos profesionales, así como su carácter fuerte y dominante, seguramente fueron parte de los problemas que debió afrontar. Superdotado cuando joven, perteneciente a una elite intelectual y económica, y algunos problemas de salud[2], lo hicieron un jefe exigente y difícil.

f05La prensa local se hizo inmediato eco de la renuncia del director del Observatorio Astronómico (El Eco de Córdoba, 5/2/1885, Centro de Documentación, Biblioteca Mayor, UNC).

Los “pesares” a que hace referencia en la nota de renuncia, fueron la trágica pérdida de sus dos hijas mayores, las que fallecieron ahogadas en el río Suquía en 1874, la posterior muerte de su esposa en 1883 y finalmente la de uno de los jóvenes ayudantes, el que en 1884 dejó de existir fulminado por rayo, mientras desayunaba en su alojamiento en el Observatorio. Sin dudas, estos hechos marcaron la vida del astrónomo.

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Susan Morton Quincy Gould (1862 – 1874) y Lucretia Goddard Gould (1864-1874),  fallecidas en un accidente en la ciudad de Córdoba el 8/2/1874 (La Voz del Interior, 5/7/1988).

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Mary Apthorp Quincy Adams, esposa del Dr. Gould (Los Principios 24/10/1926) y sus hijos sobrevivientes – izquierda a derecha – Alice Bache Gould, Benjamín Apthorp Gould Jr., y Mary Albert Gould (Viaje Artístico, circa 1880. Gentileza Massachusetts Historical Society).

Luego del fallecimiento de su esposa, Gould deja a sus tres hijos sobrevivientes al cuidado de parientes en Boston, EE.UU., lo que hizo más dura su última etapa de la estadía en Argentina:

  “Después de catorce años de una expatriación que al principio no pensé debía cubrir más de tres, veo el final del inmenso y extendido emprendiendo dentro del alcance. Su objeto ya se ha logrado esencialmente, por lo que pareciera ahora que este fin de año o me verá camino a casa o muy cerca del comienzo de la jornada…» (Gould a J. D. Dana 4/10/1884 publicada en The Observatory, enero 1885, 20).

En carta dirigida a Sarmiento del 10 de octubre de 1884, el director señala: «…siento que tengo derecho a volver a casa.». Más tarde, en otra misiva del 9 de febrero de 1885, indica: «…mi incapacidad total, en mi condición presente de exhausto…».

Pero el deseo de dejar los trabajos emprendidos totalmente terminados no lo dejan retornar rápidamente. Espera partir en enero de 1885, sin embargo, las tareas se «niegan a terminar» y debe aguardar hasta fines de febrero para poder hacerlo.

Presentada la renuncia de Gould, el 28 de enero se emite el decreto la aceptación, firmado por el Presidente Julio A. Roca y el Ministro Wilde, acompañado por una misiva que destaca los logros del astrónomo y el agradecimiento del Gobierno Nacional.

El 26 de febrero, Gould anuncia que sale para Buenos Aires dos días después, el sábado por la tarde, esperando llegar a aquella el 2 de marzo. Da como dirección postal la casa de Gardner B. Perry, Cuyo 188 de esa ciudad. Sin embargo, algunas cuestiones pendientes lo atrasan nuevamente.

Finalmente, a principios de marzo toma el tren a Rosario, desde donde viaja a la capital y queda en ella unos pocos días. La prensa anuncia el hecho el día 5.

f08Izquierda: Plaza principal de Córdoba, al fondo, la Iglesia Catedral y el Cabildo; derecha: la Universidad Nacional de Córdoba, fotografías tomada aproximadamente en la época del retorno de B. Gould (Archivo Histórico Municipal de la ciudad de Córdoba).

f09Anuncio de la partida del Dr. Gould a la ciudad de Rosario, primera etapa de su viaje de retorno a EE.UU. (El Eco de Córdoba, 5/3/1885, Centro de Documentación, Biblioteca Mayor, UNC).

En la capital nacional lo espera una recepción de despedida en la Sociedad Geográfica Argentina, que se lleva adelante el 9 de marzo.

En el acto se encuentra presente el ex presidente, Domingo F. Sarmiento, quien le da la bienvenida. Gould expone halagos y reconocimientos:

 «Ud., señor Sarmiento me ha atribuido el honor de haber hecho algo en pro de este país querido. Permítame contestar que es Ud. y el país que han hecho todo por mí. Cuando  tuve el privilegio, veinte años hace, de entrar en relaciones con Ud. Y se principió en compañía de Emerson, Longfellow, Lowell, Agassiz, Pierce y la señora Mann, la amistad con la cual me ha honrado desde entonces; Ud. ha sabido lo que era el colmo de mi ambición, conseguir la oportunidad de estudiar el cielo austral. Es Ud. quien me proporcionó la oportunidad anhelada; es la República Argentina que me ha hecho fácil valerme de ella; es el Gobierno Nacional que en sus varias formas, bajo tantas administraciones distintas siempre me ha provisto de todos los medios y recursos necesarios; es el pueblo argentino que me ha acompañado en mi tarea, apoyándome con sus simpatías y animándome con su cariño.»

En su prolongado discurso de cierre, Sarmiento resalta su amistad con el agasajado, su convencimiento que la creación del Observatorio Nacional Argentino había sido un éxito, y deja traslucir algunas de sus ideas que sostuvo a lo largo de su vida.

«Desempeño honorable Mr. Gould tan noble encargo, no diré solo con gusto, sino como un privilegio que me es acordado por una escogida porción de mis compatriotas, a fin de ser el intérprete de sus sentimientos de gratitud en nombre del país y de estimación de los servicios prestados y del empuje dado a las ciencias, en nombre de la humanidad civilizada… en cuanto a sentimientos personales me dan lo que reclamaría como mío, ¿quién creéis que os estima en el país más que yo, Mr. Gould…”

Finalmente, se le entrega al distinguido astrónomo una medalla de oro conmemorativa.

Seis días más tarde, el 15 de marzo de 1885 parte desde el puerto de Buenos Aires, para iniciar un recorrido inverso al realizado casi tres lustros atrás. Como en aquel entonces, el embarque se llevaba a cabo empleando carros de grandes ruedas y pailebotes. Parte con destino a Río de Janeiro en el vapor inglés Pleides de la compañía Lamport y Holt. En la ciudad carioca aborda con rumbo a Nueva York en el vapor Derwnt de la marina real inglesa, llegando a destino el 14 de abril.

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Muelle de pasajeros en la ciudad de Buenos Aires (1888). Goletas y pailebotes, operando por medio de carretones, fotografía captada desde el antiguo muelle de pasajeros (antes de 1887). Veleros de cabotaje operando con los carretones de altas ruedas, al fondo el antiguo Hotel de Inmigrantes (circa 1885) (Imágenes www.histarmar.com.ar, disponibles en http://www.histarmar.com.ar/InfHistorica/BreveHistArqBsAs/Fotos/ 1888muellpax.jpg, 1886goletasycarros.jpg y 1885bajadaelretiro.jpg).

En su patria, se encuentra nuevamente con sus hijos luego de más de un año de separación. Es recibido calurosamente por sus amigos, parientes y colegas. El 6 de mayo de 1885 se organiza un banquete en el Hotel Vendôme, acto a cargo de Leverett Saltonstall y con la presencia del poeta Holmes. En esa oportunidad entre numerosos brindis, Gould pronuncia un discurso.

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La actividad del Dr. Gould luego de su llegada a Boston, es noticia en la prensa cordobesa (El Eco de Córdoba, 15/12/1885, Centro de Documentación, Biblioteca Mayor, UNC).

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La noticia de la renuncia y retorno del Dr. Gould aparece en la revista Nature (Nature, 33, 5/11/1885).

El Observatorio Nacional Argentino quedó en manos de John Macon Thome, el único ayudante que permanecía en la institución de los cuatro primigenios, fue designado por sugerencia del director saliente:

 «Aceptada la renuncia del Dr. Gould, en los términos honrosos a que era acreedor, el Gobierno nombró para reemplazarlo al Dr. John M. Thome, distinguido y laborioso astrónomo, que ocupaba en el Observatorio el segundo puesto, que acompañó al Dr. Gould, desde que vino a la República, que lo había sustituido toda vez que se ausentó, que había contribuido con una parte esencial a todos los resultados obtenidos y que reúne las condiciones requeridas para secundar el impulso dado por el iniciador y hacer que la Institución marche siempre adelante, avanzando siempre por la ancha vía que le trazó su fundador.» (Wilde 1885)

La Oficina Meteorológica Argentina, que operaba en el edificio del Observatorio bajo la dirección ad honoren del mismo Gould, se separó trasladándose a su nuevo edificio que había sido terminado poco tiempo antes. Quedó a cargo de la institución, también por sugerencia de Gould, Walter G. Davis[3], quien había trabajado en la institución desde 1876.

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 Noticia de la designación del nuevo director del Observatorio de Córdoba (El Eco de Córdoba, 28/01/1885, Centro de Documentación, Biblioteca Mayor, UNC).

f14Noticia sobre la carta dirigida por el Ministro Wilde al Dr. Gould anunciando la designación de Walter Davis al frente de la Oficina Meteorológica (El Eco de Córdoba, 27/01/1885, Centro de Documentación, Biblioteca Mayor, UNC).

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Los herederos de la gestión de Benjamin Gould, (izquierda) John Macon Thome (1843-1908) sucesor en la dirección del Observatorio Nacional Argentino, y (derecha) Walter G. Davis (1851-1919), nuevo director de la Oficina Meteorológica Argentina. Fotografías tomadas en diciembre de 1885 (Archivo OAC).

f16Córdoba en la época de los sucesos relatados. En los recuadros, la Universidad, La Catedral, el paseo Sobre Monte y el Observatorio Nacional Argentino  (La Ilustración española y americana. Año XXIX, N° 8. Madrid, 28 de febrero de 1885).

Notas

[1] → No fue la primera vez que su fuerte personalidad le dio problemas, los había tenido antes de viajar al sur, cuando fue director del Observatorio Dudley, por los que debió dejar su puesto (Paolantonio y Minniti 2001).

[2] → En “Elites in Conflict” se señala que probablemente el Dr. Gould tenía un comportamiento maníaco–depresivo y desorden afectivo bipolar. Se destaca que la arrogancia que caracterizó muchas de sus conductas, es uno de los rasgos negativos clásicos del niño prodigio (James, 1987; 63-67). El análisis de lo realizado por Gould y de la correspondencia con colegas y amigos, permite señalar que el director del Observatorio experimentó periodos cíclicos de júbilo y depresión, momentos de alta productividad y otros en que se encontraba “incapacitado”, a los que el astrónomo describía como «ataques cerebrales severos» (Paolantonio y Minniti 2001, Minniti y Paolantonio 2009).

[3] → Walter Gould Davis se convirtió posteriormente en sobrino político del Dr. Gould (Nature 103, 508-509, 28 August 1919), dado que se casa el 4/12/1889 con Mabel Quincy, hija de Josiah Quincy, emparentada con la esposa de Gould. Davis era hijo de Walter Davis y Achsa Gould (aparentemente no emparentado con el Director). El autor agradece la información sobre este tema, proporcionada desinteresadamente por Kathleen LeMieux y Jorge Bertolucci.

Referencias

 

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Paolantonio, S. (2015). A 130 años del retorno de Benjamin Gould. Disponible en https://historiadelaastronomia.wordpress.com/documentos/1885retorno/. Recuperado el … (indicar la fecha).

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1 comentario en “A 130 años del retorno de Benjamin Gould”

  1. Me resultó grato, conocer algo de la vida de Gould, y su trabajo en el país. Un saludo, amigos.

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