Sobre las observaciones realizadas desde Sudamérica de la notable Eta Carinae y el descubrimiento de la nebulosidad que la rodea.
La peculiar estrella austral Eta Carinae, a mitad del siglo XIX aumentó su brillo al extremo de convertirla en la estrella más brillante del cielo luego de Sirio. En ese acontecimiento expulsó gas y polvo a gran velocidad, que luego de varias décadas formaron una nebulosidad en torno a la estrella, que fue descubierta por el Dr. Enrique Gaviola desde la Estación Astrofísica de Bosque Alegre en 1944.