Sobre su libro de Física y su paso por el Observatorio Nacional Argentino
El miércoles 7 de abril de este año, el Instituto de Física Dr. Enrique Gaviola, de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba, invitó a disertar al Dr. Alberto Pascual Maiztegui, en oportunidad de cumplir sus primeros 90 años. El respeto y el aprecio que inspira el disertante se reflejaron en un auditorio colmado por colegas, ex alumnos, profesores de todos los niveles y amigos. Compartimos a continuación algunos recuerdos de los muchos que se volcaron en esa oportunidad.
El Dr. Alberto P. Maiztegui – 7/4/2010 – (gentileza Programa de Divulgación Científica y Cultural, FaMAF)

El Dr. Maiztegui festejando sus 90 años – 7/4/2010 – (S. Paolantonio, 2010)
“El Maiztegui-Sábato”
El Dr. Maiztegui es particularmente recordado entre los profesores que enseñan Física en el nivel secundario, por su libro editado junto a Sábato, el que a lo largo de 64 años acompañó muchas generaciones de estudiantes.
Alberto Maiztegui inicia su formación como profesor en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario de la ciudad de Buenos Aires. En 1941, siendo estudiante, conoce a un profesor al cual califica de fascinante. El Dr. Ernesto Sábado, regresaba de una estadía en reconocidos centros de estudios de la Física en Europa y Norteamérica[1]. Aunque su futuro como físico se vislumbraba brillante, ya había decidido dejar esta ciencia para dedicarse a la literatura, actividad que lo llevaría a la fama. El joven profesor de 30 años de edad, daba clases en La Plata, el Instituto del Profesorado y en escuelas secuecundarias. Elaboró un libro de Física destinado el primer año de las escuelas comerciales. Maiztegui recuerda que este texto fue alabado por el matemático Rey Pastor.
En 1943, luego de recibirse, Maiztegui (que contaba en ese momento con 26 años) es llamado por Sábato para escribir la segunda parte de su libro. «Elementos de Física», es publicado en febrero de 1946 por la editorial Espasa Calpe y fue poco difundido.
Posteriormente, Ernesto Sábato contacta a su sobrino, Jorge A. Sábato – también profesor de Física – y a Maiztegui, con la Editorial Kapelusz para publicar un libro de Física para la escuela secundaria, el que vería la luz en 1948 bajo el título “Introducción a la Física”. La editorial le da total libertad para realizar el texto, el cual comenzaba de un modo no convencional con temas de Hidrostática.
Esta vez fue un éxito. Maiztegui señala: «yo no sé decir por qué, pero nosotros acertamos en la parte didáctica, en el lenguaje, la presentación sobre las ideas… y nos salió bien».
En pocos años el texto se difundió por toda argentina y llegó a otros países de Latinoamérica, incluso una de las ediciones se tradujo al portugués.
El libro no solo era un texto para los estudiantes, contaba con un muy buen desarrollo de una gran variedad de temas, lo que lo convirtió en un importante insumo de estudio e ideas para los profesores.
Fue una notable contribución a la enseñanza de las ciencias nacida en la Argentina.
Portada el libro Introducción a la Física, 8va Edición.
En el Observatorio Nacional Argentino
Alberto Maiztegui y Jorge Sábato, ya egresados, expresaron a Ernesto su interés por iniciarse en la investigación de la Física. La respuesta fue terminante, debían ir a trabajar a Córdoba con el Dr. Enrique Gaviola y el Dr. Guido Beck [2].
Para hablar con el Dr. Gaviola, juntan dinero y sortean para determinar quien viajaría. Favorecido, Maiztegui llega al Observatorio Nacional y se entrevista con el director, corría el año 1945. La gestión fue todo un éxito.
Finalmente, Alberto Maiztegui se instala en Córdoba y entre 1947 y 1948, es guiado por Gaviola y Ricardo Platzeck, en el estudio de diversos temas, entre los que incluyeron los relacionados con los eclipses de Sol. No puedo trabajar con Beck, dado que con el profesorado realizado no poseía la preparación suficiente.
Si bien tenía un lugar en la institución – incluso la llave del Observatorio –, no había puestos disponibles. Por lo que debía ganarse la vida dando clases por la mañana en el Liceo Militar General Paz, 15 horas de matemática. Por la tarde concurría al observatorio.
Fotografía grupal en oportunidad de la 8va Reunión de la Asociación Argentina de Física y 75 años del Observatorio Nacional Argentino, realizada entre el 19 y 22 de septiembre de 1946. Tomada frente a la entrada sur del observatorio. 1: Alberto Maiztegui, 2: Dr. E. Gaviola, 3: Dr. G. Beck, 4: José Balseiro y 5: D. Canals Frau. También pueden identificarse, a: J. Bobone, b: B. Dawson, c: J. Sahade, d: W. Luyten, e: R. Stanford y f: el Dr. Beppo Levi. (Archivo OAC – Museo Astronómico)
El profesor Maiztegui realizó un doctorado y dirigió en la década de los sesenta el Instituto de Matemática, Astronomía y Física. Por muchos años también fue presidente de la Academia Nacional de Ciencias. Pero sin dudas, es especialmente recordado por sus contribuciones a la enseñanza de las ciencias: sus libros, el haber sido promotor de las ferias de ciencia en Argentina y el consistente apoyo a estas temáticas dado desde el IMAF (hoy FaMAF) y luego la Academia Nacional de Ciencias [3].
S. Paolantonio
Ver también «Maiztegui celebró sus 90 años, y el libro Introducción a la Física» SECyT UNC (agregado 14/abril/2010)
Notas
[1] ← Ernesto Sábato se doctoró en 1938 en la Universidad Nacional de La Plata. Casi de inmediato, gracias a una beca, realiza una estadía en el Laboratorio Curie en París y en 1939 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
[2] ← Gaviola había hecho un llamado a todos los jóvenes del país con el objeto de conseguir interesados para dedicarse al estudio de la Astronomía y la Física, y junto al Dr. Guido Beck, ofreció la posibilidad a muchos para iniciarse en la investigación. Entre otros pueden mencionarse a José A. Balseiro, Damián Canals Frau y Mario Bunge.
[3] ← Propició desde esta institución más que centenaria, la creación de un Convenio de Cooperación Interinstitucional, en el que participan la Academia, la Universidad Nacional de Córdoba y los Ministerios de Educación y de Ciencia y Tecnología de Córdoba, a través del cual se realizan entre otras, actividades destinadas a favorecer la enseñanza de las ciencias y promover el conocimiento de la historia de la ciencia nacional.