por Edgardo Minniti
Eta Carinae – Óleo – Nydia Del Barco
El ejercicio de la Astronomía en el país, tiene diversos niveles. Preponderante es naturalmente, la actividad en el ámbito profesional. Objeto de nuestro interés y destino principal del esfuerzo de nuestra investigación histórica. Sin embargo existe una labor colateral importarte que no podemos desconocer. Alimenta las apetencias astronómicas de la sociedad a nivel intermedio y de divulgación; como así de la práctica «amateur», muchos de cuyos protagonistas pasan a profesionalizarse y desarrollar sus actividades en el primer nivel (Caso Forte, Marraco, Vattuone, Méndez y tantos otros que se destacaron y se destacan en la disciplina).
Uno de tales ámbitos «cuasi» profesionales, estuvo constituido por el hoy olvidado Observatorio Astronómico de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, de la ciudad de Rosario, parte de una gigantesca empresa cultural privada. El autor no tiene noticias de la existencia de algún emprendimiento cooperativo similar en el mundo. Brilló temporariamente como una nova en nuestro cielo. Una suerte de Eta Carinae urbana.
Desarrollada en la década del cincuenta del siglo pasado, la BPCCV nació como biblioteca de una Sociedad Vecinal emplazada en una humilde barriada del Sur de aquella ciudad. Gracias al empuje de un grupo de jóvenes estudiantes y al aporte creciente de una rifa que se fue haciendo multimillonaria, adquirió autonomía y ciertamente «dimensiones astronómicas».
Su sede se hallaba en un edificio propio de siete pisos y planta baja, en calle Alem 3078. Contaba en el lugar además de la nutrida biblioteca que satisfacía las demandas de más de veinte mil socios, con gimnasios, escuelas de arte, anfiteatro, editorial de autores regionales (Jose Pedroni, Juan L. Órtiz, etc. – Al autor se le había solicitado un libro para editar, poco antes del cierre) y el Observatorio Astronómico.
Edificio de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil en Rosario, con el Observatorio en su terraza
En las proximidades de su sede central, poseía una Guardería Infantil (una manzana), Escuela Primaria, Escuela Secundaria, Escuela Fábrica; en Villa Diego (al Sur del ejido urbano) un Instituto Agronómico que a su vez ejercía sus actividades en una isla del Paraná, adquirida con ese fin y forestada; Colonia de Vacaciones, etc. Su compleja administración utilizaba uno de los primeros ordenadores IBM instalados en el país, cuando aún muchos bancos importantes no contaban con tal servicio (su memoria en cintas se alimentaba con tarjetas perforadas).
La situación económica imperante en la década del setenta, en particular la hiperinflación desatada, determinó su quebranto.
Así, la Resolución 503 del Juzgado de la 14ª. Nominación en lo Civil y Comercial de la ciudad de Rosario, no solo marcó el fin de esa gigantesca empresa cultural de bien público, sino también la muerte del Observatorio Astronómico en pleno funcionamiento, en el cual el autor era docente y responsable del área de divulgación, como así del Boletín Astronómico que se editaba mensualmente con gran éxito y difusión internacional (Uruguay, Brasil, Chile, Italia, etc.) ¡Se enviaba gratis por correo a quien lo solicitase! Corría mayo de 1977. El texto del telegrama de cesantía recibido por el mismo en la oportunidad resulta harto elocuente.
Integraban el «staff» del Observatorio Astronómico de la Entidad, su director el Profesor Marcelo Casciani; J. Feugeas, Físico y especialista en plasmas y física solar (con cursos de post grado en Boulder-Colorado); J. Jardón, avanzado estudiante de Física; R. Koropecki, Físico; T. Bessio, especialista en Astronomía de Posición y el prof. V. Capolongo, director del Planetario de esa ciudad.
Se dictaban en él para la Universidad Popular Constancio C. Vigil, cursos semestrales de Astronomía General, Astronomía de Posición y Astrofísica. Ellos ayudaron al autor a sistematizar su formación, lo que le permitió incorporarse posteriormente al grupo.
Las instalaciones del observatorio, además del albergue de un doblete reflector, refractor, con cúpula accionada eléctricamente, contaba con un par de aulas, laboratorio, oficinas, cuarto oscuro, biblioteca y un llamado «patio de sombra» (recinto abierto que impedía el acceso de la luz difusa circundante, para utilizar pequeños instrumentos y cámaras), instalaciones sanitarias, etc.
Una gran y pequeña historia a la vez. Grande por los resultados del esfuerzo mancomunado que se desplegara para elevar a la cima estandartes de ciencia y arte en el mejor nivel. Pequeña por la reacción de un grupo de la sociedad que prejuiciosamente, no comprendía los alcances del esfuerzo realizado y los logros obtenidos, pugnando para que se produjera la quiebra de esa institución multifacética y de amplia divulgación cultural, «sospechosa» para sus ideólogos, que la combatieron desde siempre por ser «progresista» y por razones personales.
Detalle de las instalaciones del Observatorio Astronómico de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil. – Alem 3023 – Rosario (Obsérvese la pared del «Patio de Sombras» debajo del centro).
En el Observatorio se hacía astronomía general y en particular física solar con registros fotográficos diarios en Hα.
Doblete Zeiss de 30 y 15 cm, respectivamente; con monocromador de Lyot
Se trabajaba para el entonces Observatorio de Física Cósmica de San Miguel, que proveía la costosa película solar para el registro diario de la actividad de esa estrella madre en Hα (línea de emisión del Hidrógeno neutro), mediante un monocromador de Lyot marca Zeiss, único en Latinoamérica, adosado al telescopio, un doblete refractor – reflector Zeiss de 15 y 30 cm de diámetro, respectivamente; foco Coudè.
Cúpula del OA – BPCCVigil
Ese instrumento permitía «leer» la actividad solar en la propia línea Hα del espectro, o a voluntad con más ó menos ¼ λ , determinando así la posibilidad de registrar mediante efecto Doppler la intensidad y evolución de la actividad de superficie de la estrella. Se lo muestra en detalle en la siguiente imagen:
Esas imágenes con determinación precisa de posición en coordenadas solares (Diez veces más exactas de lo que se hacía habitualmente en el país, gracias a un instrumento diseñado y construido por Marcelo Casciani, el «brujo» del Observatorio, su Director (Poseía una fábrica de desarrollo y construcción de aparatos científicos electrónicos prestigiados en la actividad fisicoquímica y nuclear). Con orgullo y cariño le decíamos «Coordenatógrafo» a la consola que así lo permitía. Se debe reconocer que los gráficos base para el desarrollo de las planchas utilizadas para tales mediciones, estaba constituida por el grupo de excelentes coordenadas distribuidas por la Asociación Argentina de Amigos de la Astronomía (AAAA) en la década del 60, con el fin de que los astrónomos aficionados determinaran con precisión el Número de Wolf.
Tales imágenes en Hα, del disco solar completo, se utilizaban en los Solar Reports internacionales, que en el observatorio se recibían regularmente. Un detalle interesante lo constituía el guiaje automático fotoeléctrico del instrumento. para las exposiciones solares.
Obvio es destacar el esfuerzo e inversión realizada para instalar en plena ciudad de Rosario, un instrumental tan sofisticado con ese fin. El mismo se adquirió en Alemania en 1957. Arribó al país en 1958 y recién se habilitó cuando se terminó de construir el Observatorio en el período 1968-1970 (diez años después). Estamos condenados a la espera. Para el Observatorio Magnético del Observatorio de Córdoba, el instrumental estuvo encajonado 8 años. Para El Leoncito peor, veinte años.
En la Delegación Santa Fe de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, funcionaba una oficina de este Observatorio, instalada para divulgación y apoyo a la actividad de los interesados de la región. Tenía por objeto difundir una práctica racional de la disciplina.
La prensa en la época hizo referencia de esa actividad desplegada; se muestran dos recortes del principal diario local sobre ello:
Recorte de El Litoral – 03-02-1974
Recorte de El Litoral – 29 – 03 – 1974
Un robo astronómico:
Cerrada la mencionada Entidad, cayó en el abandono total; cuando se quiso recuperar y poner en marcha el reflector de 30 cm, no pudo dársele foco. Fue inútil el esfuerzo. Se observaba la imagen del «espejo principal» en el fondo del tubo, pero no había modo de lograr visión alguna. Desarmado el instrumento, se encontró con la sorpresa de que el espejo que se encontraba en la celda instrumental, ¡era un vidrio plano común especulado! En el interregno, ¡se habían robado el original! sustituyéndolo por otro corriente cortado circular al efecto, para disimular el latrocinio. ¡No, si la imaginación astronómica nuestra, excede con creces la media común!
Se ha intentado recuperar el aparato con un espejo de iguales dimensiones especialmente construido a ese efecto en el Departamento de Óptica de la Facultad de Ingeniería de la UNR, que nutría a los aficionados de la región con espejos de 15 cm para telescopios newtonianos, generados por los estudiantes del curso de Peritos Ópticos, allá lejos, en la época de bonanza, cuando Rigoleaux se los suministraba en masa. Los resultados aparentemente no fueron buenos. Es evidente que el espejo original Zeiss sería asférico y la fórmula para la generación de la curva de su superficie no conocida. El nuevo objetivo introduciría alteraciones en la formación de imágenes, conforme se ha referenciado al autor. Así pasó a la historia una empresa astronómica notable de la cual casi no se habla en el ámbito nuestro.
Notable grupo de manchas solares -OA-BPCCV
Hoy, con más o menos éxito, hay gente que pretende reflotar el emprendimiento. Inclusive desde la tribuna política se han desplegado banderas de su restauración. Lamentablemente en los tiempos actuales, no es fácil revivir un gigante de esas dimensiones por el esfuerzo económico necesario; imposible para colmos, sin herir intereses personales non sanctos.
Formulamos votos por el éxito de tales gestiones. Un sector importante del país lo necesita.
Cúmulo Globular 47 Tucanae – Roberto Koropecki – Del programa de búsqueda y seguimiento de variables en cúmulos globulares con resultados positivos. Imagen adquirida en el foco Coudè – OA-BPCCV.
Detalle del ocular en el foco Coude (fijo) y del comando (en el piso) para mover la cúpula
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no solo en este establecimiento educativo se cometieron hechos delictivos, esto es una constante, y aca es valido el concepto criollo: son todos buenos paisanos pero el poncho no aparece, algun responsable DEBERIA haber