Con sorpresa y por esa magia natural de la web, nos topamos ha poco con un trabajo que desconocíamos, realizado hace tiempo como consecuencia de una obra nuestra en un instituto educacional de San Javier, en la provincia de Santa Fe, pueblo natal del autor. Además de llenarnos de orgullo nos da pie para compartir con ustedes esa circunstancia junto con la obra que destruye uno de los mitos interesados respecto de quienes fueron realmente los protagonistas de la acción, en contrario a lo inmortalizado en la placa de bronce sita en la plaza de la localidad.
Me permito compartir con ustedes el orgullo que siento por la distinción de que ha sido objeto el querido amigo y coparticipe de la aventura de historiadelaastronomia.wordpress .com, el inefable Santiago Paolantonio. Cordialmente.
En astronomía, el Proyecto MACHO (Mass Astrophysical Halo Objects)fue desarrollado internacionalmente para la búsqueda observacional de la materia oscura alrededor de la Vía Láctea en forma de hipotéticos Objetos de Halo Co mpacto Masivo (MACHOs), durante el período 1992-1999, utilizando el método de microlente gravitacional. Constituyó una de las tres búsquedas de “microlensing” de primera generación …
El instrumento más antiguo resguardado por el Museo del Observatorio Astronómico de Córdoba
En el Museo del Observatorio Astronómico de Córdoba se encuentra un telescopio cenital fabricado en Washington por el óptico y mecánico alemán W. Würdemann para la oficina Coast Survey de Estados Unidos. Fue terminado alrededor de 1854, por lo que este instrumento se convierte en el más antiguo de los que integran las colecciones del Museo, desplazando por 14 años al Círculo Meridiano Repsold. El telescopio cenital Würdemann Nº 9, llegó a la Argentina en 1874 en manos del primer director del Observatorio Nacional, Benjamin Gould, gracias a un préstamo concedido por la Coast Survey, y fue destinado a las determinaciones de posiciones geográficas de las capitales provinciales.
En nuestra cuarta novela – esta vez de Ciencia Ficción – titulada “Los Solitarios”, uno de los protagonistas desencadenantes de una aventura impensada, era un asteroide interestelar. Hoy nos encontramos con que tales cuerpos no son sino una realidad de la que el denominado Oumuamua es un ejemplo cabal.
1I/ʻOumuamua ( /oʊˈmuːəˈmuːə/ (?·i) anteriormente A/2017 U1 y C/2017 U1) es, aparentemente, un objeto interestelar que atraviesa el sistema solar. Fue descubierto en una órbita altamente hiperbólica por Robert Weryk el 19 de octubre de 2017 con observaciones hechas por el telescopio Pan-STARRS cuando el objeto estaba a 0,2 UA (30 000 000 km) de la Tierra. Inicialmente se pensó que era un cometa (clasificado como C/2017 U1), pero al observar que no tenía actividad se lo reclasificó como un asteroide (A/2017 U1) una semana después.
Impresión artística del asteroide interestelar `Oumuamua Crédito: ESO / M. Kornmesser
Con base en las primeras dos semanas de observaciones, la excentricidad orbital de 2017 U1 se calculó en 1,195 ± 0,001, la más alta de cualquier objeto observado hasta ahora en el sistema solar.
Ni nave alienígena ni portadora de vida extraterrestre, como se difundió en un inicio, lo que sí es “Oumuamua” (el primer asteroide interestelar del que se tiene conocimiento hasta hoy), es un material contundente para conocer la conformación de otros sistemas solares. El Proyecto Breakthrough Listen, que colabora con la NASA (National Aeronautics and Space Administration en inglés, y Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, en español) y es impulsado por el astrofísico británico Stephen Hawking, busca indicios de vida extraterrestre en el universo. Decidió estudiar a “Oumuamua” (“Mensajero venido de lejos” en traducción del vocablo hawaiano) al detectar la composición física y única del asteroide y su cercanía con la Tierra, tras su descubrimiento en octubre pasado. La forma alargada como de un platillo planteó la hipótesis de que se trataba de un artefacto; una de las pruebas de interés fue someter al asteroide a un escrutinio de ocho horas mediante el Green Bank Telescope que buscaba, a través de cuatro anchos de bandas diferentes, algún signo de comunicación. El resultado del experimento resultó negativo, la respuesta fue que se trataba de un asteroide… pero no cualquier asteroide. Su interés científico Lo que encontró la Sociedad Astronómica Americana de Estados Unidos es que, a diferencia de otras estrellas, “Oumuamua” (conocido bajo el nombre 1/2017 U1) es un asteroide joven, muy probablemente expulsado de un sistema estelar binario, debido a que estos usualmente están conformados por dos estrellas. Además, y ¡oh sorpresa!, se comparó con el primer sistema solar que no está atado a la gravedad del sol de acuerdo con su órbita hiperbólica, un color rojo que sugiere “intemperie espacial” experimentada por un largo viaje interestelar. Pero, sobre todo -y esto lo destaca un estudio realizado por la Universidad de Cornell, Íthaca, Nueva York, EU-, significa la oportunidad de estudiar directamente a “Oumuamua” como material de primera mano que proviene de otros sistemas estelares. Un video de animación de este asteroide pasando por nuestro sistema solar. De acuerdo con “Project Lyra: Sending a Spacecraft to 1I/’Oumuamua (former A/2017 U1), the Interstellar Asteroid”, de la Universidad de Cornell: “El desafío es alcanzar el objeto dentro de un marco de tiempo razonable… “Se describen varias opciones de tecnología, que van desde una estrecha maniobra, utilizando propulsión química y las opciones más avanzadas de velas solares y láser… Se concluye que, si bien alcanzar el objeto es un desafío, parece que existen opciones viables basadas en tecnología actual y de corto plazo”. “Oumuamua” fue detectado el pasado 19 de octubre por astrónomos del Telescopio Pan STARRS de Hawai, EU y su descubrimiento causó controversia en diversos medios de comunicación que destacaron y especularon entre octubre y noviembre del año pasado, que se estudiaba al asteroide como posible nave alienígena, naturalmente solo ficción alocada.