Sobre la construcción de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre
Versión diciembre 2022
En 2017 se publicó una entrada sobre el ingeniero Federico Francisco Weiss, quien planificó y realizó la dirección técnica de construcción de las edificaciones que componen la Estación Astrofísica de Bosque Alegre. Weiss se convirtió en una persona clave para llevar a feliz término las complejas tareas, a pesar de los escasos recursos económicos, materiales y de personal con que se contaron. Amante de las ciencias, se destacó por ir más allá de las responsabilidades de su puesto, es uno más de los “olvidados” que contribuyeron notablemente a la ciencia nacional.
Hoy, gracias a la gentileza de Ricardo Raúl Weiss, es posible incluir mayor información sobre los orígenes del «ingeniero de Bosque Alegre».
Se invita a leer la nueva versión actualizada de aquella entrada.
Leer texto completo de Federico Weiss, el ingeniero de «Bosque Alegre»
Gustav Adolf nació en Paschwentschen, población cercana a Gerdauen en la Prusia Oriental, el 18 de agosto de 1855. Llegó a Buenos Aires en el año 1880, el mismo día en que el General Julio Argentino Roca entraba victorioso a la ciudad. Su equipaje constaba de dos valijas, en una toda su ropa, en la otra sus herramientas de ebanista. En su Prusia natal había sido declarado persona peligrosa para el orden público, y se le dieron 48 horas para abandonar el país. ¿Su crimen? Ser miembro del partido Socialdemócrata Alemán (SPD). El 6 de noviembre de 1893, el Juez Federal Dr. Juan V. Lalanne le otorgó la Carta de Ciudadanía Argentina. El 14 de abril de 1883 se casó con Ana Katharina Ernestina Thormann, nacida el 2 de mayo de 1858 en Friedrichsberg, cerca de la ciudad de Schlesvig. De ese matrimonio nacieron nueve hijos, uno de ellos, Fritz Franz, nació el 24 de noviembre de 1892. Hoy Fritz Franz hubiera cumplido 130 años, y de él quiero hablar.
El 20 de diciembre de 1906, terminó la escuela elemental, y el 26 de diciembre de ese año empezó a trabajar como cadete en Curt Berger y Cía. El 24 de febrero de 1911, tres meses después de cumplir dieciocho años, fue a trabajar en la construcción del Ferrocarril de Comodoro Rivadavia al Lago Buenos Aires. Le pidió permiso a su padre y éste le contesto: “Gehe, Junge. Mach aus dir en Mann!” (Andá, muchacho, ¡hacete hombre!). Pasó dos años trabajando en la Patagonia.
Estando en San Luis, por allá por abril de 1921 se enamoró de una niña, a la que conoció en la “vuelta del perro” de la plaza Pringles. Su querida “Mariechen”. Averiguando por la familia, alguien le comentó sobre el padre de la niña: “Vea, mi amigo: Don Enrique Jurado es el hombre más decente que tiene San Luis.” Eso lo decidió del todo, se armó de coraje y fue a llamar a la puerta de la casa de Don Jurado, para pedir permiso para “festejar” a la niña menor. Lo sacaron “como rata por tirante”. Un gringuito hijo de inmigrantes, con solo la escuela primaria, ¡y para colmo protestante! ¡Qué atrevimiento! Pero no se amilanó, volvió a la casa y lo desafió a su futuro suegro: si le permitía casarse con su hija, él se pondría a la altura de las demás relaciones con la familia. El 12 de marzo de 1923 se casó y ya tenía el título de bachiller bajo el brazo. A fines de 1926 se graduó como agrimensor, y en 1930 fue ingeniero civil. En 1935 fue profesor por concurso en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Córdoba
En 1946 fue nombrado Ministro de Obras Públicas de la Provincia de Córdoba. A él le tocó quitarle la concesión del servicio eléctrico de Córdoba a dos compañías norteamericanas, y fundar la Compañía Argentina de Servicio de Provisión Eléctrica, lo que fue la base de la actual EPEC.
El 11 de marzo de 1949 fue designado Administrador General de Obras Sanitarias de la Nación, y presidente de su Consejo de Administración, cargo que desempeñó hasta el vencimiento del mandato presidencial en 1952. Fue el único período en que OSN no dio déficit.
Se terminó jubilando como docente universitario, dejando a sus hijos y nietos el capital más grande que alguien le puede dejar a su descendencia: el ejemplo de una vida de trabajo. Este Fritz Franz es un ejemplo palpable de la Argentina de fines del siglo XIX y principios del XX, donde el hijo de un inmigrante podía llegar, como él decía, “al cargo más alto que se puede llegar en la administración pública nacional sin meterse en chanchullos políticos”. Falleció el 11 de febrero de 1981.
Gran ejemplo de vida para sus diez nietos…
Hoy cumpliría 130 años mi abuelo Federico Francisco Weiss.
Ricardo Raúl Weiss – 24/11/2022