Siglo y medio antes, con medios más modestos y menos conocimientos, la de Carrington fue una verdadera hazaña que registró desde Europa un evento que llegó a ser observado desde Colombia, conforme se documenta en la Web y permitió nominar al fenómeno como “Evento Carrington”. Ya en épocas anteriores se debatía respecto de las auroras polares y sus causas; con gran curiosidad y sorpresa vimos que la publicación española “Semanario de agricultura y artes dirigido a los párrocos”, del 5/8/1802, trataba de las mismas y su origen…
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Recibimos el siguiente comentario de Cristina Lecuna, el cual agradecemos:
Si bien ya se habían documentado auroras a bajas latitudes con anterioridad como se indica; la gran virtud de Carrington fue
conectar los datos de los magnetómetros y las auroras, con el evento observado por él en el Sol, una fulguración en luz visible
que tuvo la fortuna de ver. Por ese motivo se considera este evento como el nacimiento de la «Meteorología Espacial» y a Richard Carrington, como el padre de la misma. Cristina Lecuna.