Para la inauguración del Observatorio Nacional Argentino, se adquirió un telescopio refractor que contaba con dos objetivos 28 cm intercambiables, uno para la observación visual y otro para ser utilizado con la entonces novedosa técnica fotográfica. Este último había sido fabricado por L. Rutherfurd en 1864 y fue el primero en su tipo destinado específicamente para su empleo con la fotografía. Con el “Gran ecuatorial”, como se denominó a este instrumento, se empleó para el proyecto de las Fotografías Cordobesas, el estudio de variables, cometas y asteroides. A lo largo de tiempo sufrió numerosas modificaciones.