Uno puede estar o no de acuerdo con la acción y el pensamiento de los individuos, pero lo que no puede hacer es desconocer la consecuencia de los actos de los mismos, cuando – controvertida o no su personalidad – ha incidido positivamente para transformar una realidad mediocre en un futuro promisorio, cuyos efectos aún se viven y aprovechan en la región.
No muchas personas han conquistado más adeptos y enemigos en esta parte del continente, que el discutido autodidacta, vehemente y atrevido maestro de generaciones, que fue Domingo Faustino Sarmiento. La Astronomía mundial le debe, gracias a su accionar terco y apasionado, una realidad astronómica que es independiente de los juicios de valor. Solo es.
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